sábado, 9 de julio de 2011

Memorias de este año


De los primeros en llegar y de los últimos en irme. Recuerdo todos los preparativos pre-erasmus como si fuera ayer, esos previos contacto con la gente, esos prejuicios de quien nos iba a caer bien y quien mal, la falta de conocimiento de la ciudad, la búsqueda de apoyo con gente que ni siquiera conocías, la compra del primer vuelo, el dilema de ¿a dónde voy? ¿Qué me llevo? Y un largo etcétera.

Me acuerdo del primer día que llegué aquí a Brasov, un 28 de Septiembre junto con Víctor, Isidro y  Vicente, antes tuvimos que llegar a Bucarest, después de haber pasado una noche movidita en Madrid, y cuando llegamos a Rumania, lo primero que pensamos fue “¿qué mierda es esta?, escapamos de los taxistas, y nos montamos en ese tren interminable que te lleva a 50 por hora.

Cuando llegamos a Brasov, allí nos esperaba una persona que nos ayudó mucho al principio y que es muy especial para mi y creo que nosotros, Monika ( a la que después se le sumaría su novio Atti). Nos ayudó con esos problemas en los que nadie te hablaba en inglés, en la residencia no te daban residencia y te hablaban en rumano… para alquilar un piso, etcétera, etcétera.

Al principio, creo que estuvimos todos acojonados, sobre todo por el tema del idioma, pero pronto empezamos a adaptarnos, y a encontrarnos todos, integrar esos grupos que teníamos y construir con paciencia esa familia en la que nos hemos convertido. Para nosotros, todo era nuevo, gente, ciudad, universidad, pero con muchos “cojones” conseguimos tirar  “pa adelante”, ayudando los mas antiguos a los nuevos y de cualquier manera… y así fue el principio.

Algunos se quedaron en Colina, otros se quedaron en memo(guiris), otros fueron a Mijloc…

Al escribir la palabra “Mijloc” no entiendo por qué, pero se me escapa una sonrisa (dedicada a Mircea), y la verdad que cuando estábamos allí y nos encontrábamos ante situaciones tan surrealistas, lo que mas teníamos ganas era de llorar, o reíamos por no llorar. Aunque en realidad fue maravillosa por un tiempo, cuando recuerdo que éramos 14 personas allí (Álvaro, mi piso, los canarios, y los andaluces). Allí vivimos la primera gran fiesta Erasmus en casa de los Canarios, también vivimos parte de mi cumpleaños en casa y en Le Baron, el cual tengo que decir fue el mejor de mi vida, también hicimos botellones, servimos de hostal para muchos desconocidos….

Ayy esa primera parte de la Erasmus, ese problema que tuvo Isidro, y como lo ha superado, como hicimos piña ehh, esa fiesta de Bran en la que todo acabó destrozado, ese primer viaje de todos a Sinaia con Nacho llegando tarde de costumbre, esos primeros guarreos en Tequila con Tana, y que hizo que conectáramos desde un primer momento, la tacita de “Capi”…etc., etc.… pero esa primera parte, que fue la más breve terminó y empezaron las navidades en nuestras ciudades, en la que yo personalmente en mi ciudad quise huir pronto, y volver con los míos, que estaban en Rumania…

Y entonces, volvimos a Rumania para el segundo cuatrimestre, con las pilas cargadas para dar el máximo de nosotros mismos, pero el cual empezó de una manera triste, prácticamente despidiendo a Marlene, Joana, Mirian, Simona, Engin y Murat 1 y 2. Fue el primer contacto que tuvimos con las despedidas, y fue la primera vez que pudimos presentir que lo que estábamos viviendo algún día acabaría terminando y sería muy triste para todos nosotros. No se a partir de ese momento en el que despedimos a los primeros tras la gran “Super Week Party” no podíamos entender como Marlene y los demás estaban tan triste y parecían tener esa “depresión post-erasmus” que ahora muchos tenemos…

Es cierto que llegaron otros, pero nosotros éramos ya una familia, y muy selecta, no aceptábamos a más gente, pero hubo una persona de los nuevos que se ganó el corazón de todos y que cada vez que escuchamos su nombre hace que se nos escape una sonrisa o una lágrima, no lo sé…ese señor, era el Gran Oliver… De esta manera, empezamos el segundo cuatrimestre.

El segundo cuatrimestre como bien dijo Vicentín pasaría volando, y fue verdad, parece que todo ha pasado en 2 semanas, pero han pasado en realidad 6 meses, tras los cuales hubo cambios de viviendas, barbacoas varias en la montaña o en casa de los canarios, tajadas en el Kasho, hacer a un artistucho sentir una estrelle en Bamboo, botellones varios en Colina, mi casa, casa de los canarios, 20 mil cañas en 20 mil bares, 20 mil cenas, romances, rupturas de relación y apertura de otras, snow en Poiana, viajes fuera del país, dentro, fiestas del Tequila, esos tres días fantásticos en Miercurea Ciuc, un programa de españoles por el mundo, peleas con los portugueses, un videoclip, y por supuesto el día del viaje a Sfanta Ana, en la que con seguridad, puedo decir que ha sido uno de los mejores días de mi vida.

Hubo muchísimos más momentos, pero me es tan difícil recordar estas cosas, que me pongo tan nervioso, que prefiero decirlos así por encima y que cada uno se recree a su manera, pero ese día de Sfanta Ana, sí merece la pena mencionarlo… Recuerdo que en Sfanta Ana, estando en silencio y observando, vi a una familia, vi las preocupaciones de Luisvi e Isidro haciendo de hermanos mayores por conducir borrachos, vimos el hermano mayor, que era el primero que se iba de casa (Vicentin), vimos el cariño fraternal hacia los otros que había en cada uno de nosotros, bebimos, vomitamos, reímos, lloramos, jugamos, gritamos, bailamos, sentimos…. Aquella fiesta Erasmus, no solo era una fiesta Erasmus, nosotros no éramos un grupo de Erasmus, éramos una familia, no solo éramos Erasmus, habían allí gente rumana, como Emma, Laura, mi niña Den Issa, Andrea que no pudo asistir, Monika y Atti que tampoco pudieron. Éramos algo raro de definir pero que era maravilloso…

Y aquel día supuso el principio del fin, ese día fue el día donde el destino empezó a jugar con el puzzle que habíamos formado y tan traicionero como es, comenzó a comerse piezas… Aquel día marchó Vicente, una persona grande como pocas, a  la cual le tengo que dar las gracias enormemente por el maravilloso año donde he compartido habitación y casa con él. Él se marchó, pero no fue el primero, pronto empezaron a venir las demás y empezabas a tener la sensación de no saber si quedarte, o marcharte lo más rápido posible a casa. No era una agradable sensación ver despedir a gente, prefieres sentir que te marchas, y que las cosas siguen tan perfectas como cuando te marchas, pero ver irse a esa gente que consideras tus hermanos, me supone lo mismo que arrancarme un órgano vital de mi cuerpo.

Creo que a muchos, nos gustaría volver al pasado, pero eso sabíamos que era imposible, así que no nos quedaba otra opción que con 2 cojones asimilarlo y seguir despidiendo y tragando lágrimas.

Ha sido un año lleno de lágrimas, de problemas con un país que carece de infraestructuras, de una universidad cutre, un año de enemigos, de ruptura de novias, pero también fue un año de risas, de alegrías con este país, de aprobados generales, de un año de amigos, de nuevas novias, de miles de historias buenas y malas, pero que cuando las contemos no podremos parar de reír nostálgicamente, en definitiva un año que contenía una vida de 10 años comprimidas en 10 meses, y ¡qué 10 meses madre!.

Se que en muchas borracheras, hemos dicho muchísimas veces, que si nos vamos a volver a ver, que si tal, que si cual, pero debemos ser realistas, y debemos saber, que aunque eso en muchos casos pasará, en otros…sabemos que no veremos a ciertas personas, y que si nos encontramos por ahí, nunca será igual, que como lo hemos vivido aquí, pero la verdad, creo que merece la pena intentarlo. Aunque una cosa, si que tengo muy clara, y es que de todos ustedes me llevo algo para España, algo que nunca nunca, podrá despegarse de mí.

Y por fin, me ha llegado a mi el momento de decir, “La Revedere”, me voy después de un año en el que vine soltero, solo, y puede que me vaya con la mujer de mi vida ( si me caso os invito), y con muchos amigos como isidro, Víctor, Vicente, Capineti, Nacho, Enzo, Luis, Murat 1, Murat 2, Engin, Francesca, Simona, Marlene, Oliver, Álvaro, Joana, Mirian, Oliver, Jaime, Fran, Luisvi, Nacho de Ido, Idoia, Pablo, Nico, Navarrete, Ari, Juan, mi exmarido Tana, mis ruman@s como Atti, Monika, Den Issa, Deni, Laura, Andrea, y mi niña Elena.

Y en conclusión, esto es un resumen demasiado breve, de lo que ha sido mi Erasmus, y es algo que quería mostraros, algo que me ha hecho llorar y reír ( no he llorado por algunas cosas en mi vida muy fuertes que ustedes sabéis, y ustedes lo habéis conseguido), algo que me ha hecho sentir formar parte de algo que no quiero que se acabe, una vida nueva, diferente, que ha sido así gracias a todos y cada uno de ustedes, por eso perdón si no os gusta lo que esta escrito, o faltan cosas, lo que uno que pretendía intentar deciros de una manera delicada y dándole rodeos que….

¡CABRONES! ¡SOIS RESPONSABLES DEL MEJOR AÑO DE MI VIDA! ¡GRACIAS! ¡OS QUIERO!
Erasmus Brasov 2010/2011 siempre conmigo…